insistía David. Julián, la mirada zozobrada en el islote que oscurecía por momentos, les reconvenía: «No seáis pesados. Un día que se va, eso es todo.» Annick se encrespaba y David no se rendía. Discutían siempre por cualquier cosa, luchaban, y Julián se quedaba fuera de la lucha. Él no quería tomar partido por ninguno de los dos. «Primero fue su padre --pensó Julián--. En el principio el espejo era el padre
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DISCUTIR - Defender o manifestar opiniones contrarias