Genoveva se reclinaba en el sillón de mimbre blanco y cerró los ojos al sol. Se había peinado hacia atrás la melena todavía húmeda, y cuando Julián la vio aparecer en la terraza después de invitarle: «Te quedas a almorzar», con ese tono de inapelable orden, concesión, exigencia, era otra vez la muchacha radiante de antes del baño. El vino zigzagueaba por los caminos del cerebro. «Horas de sol --pensaba Julián--. Horas al sol
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CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]