dispuesta a emprender en cualquier momento su vuelo solemne. Como refiriendose a ella dijo la abuela que iba a arreglar un poco el dormitorio y que retiraría algunas cosas que no debían estar en la habitación de un niño. Miguel no replicó, pero no le gustaba que se le tratara como a un niño pequeño. Se sentía turbado porque todo aquello le resultaba nuevo. Era la primera vez que estaba en esa casa, la primera prácticamente que veía a su abuela. Mientras