¡Yo nunca miento, Morgan! ¡Creeme! --Tú sabes que no es así, ella no desea ningún mal a tu abuelo. --Lo juro por mi honor. ¡Creeme, por favor! El profesor negó en silencio y el niño aseguró, como en una ocasión análoga había hecho el propio Carlos, que se lo demostraría. --Mañana es mi cumpleaños y ella ha prometido que haría una tarta para merendar. Le preguntaré sobre el abuelo y