que busca encuentra. Anoche, eureka, tuve mi revelación y ahora puedo ofrecer al prójimo una suerte de varita de rabdomante, para que aplique a cualquier sentimiento, actividad, impulso, estado de ánimo y descubra su índole. Le recomendó al discípulo que hiciera él mismo la prueba. --Elija un sentimiento y confróntelo. --¿Con la rata? --Con la rata. --¿Qué elijo? --preguntó Rugeroni. --Lo que se le ocurra: amor,