que para él no era necesariamente una cualidad admirable, y cuando lo recibió el viernes, confirmó la primera impresión. Según creía, apenas la había mirado. La primera vez que la vio detenidamente, fue en sueños, cuando lo durmieron. Lo atrajo tanto que se dijo (con una palabra que despierto no solía emplear): «Aquí empieza el romance de mi vida.» Pasado el efecto de la anestesia, comprobó que era idéntica a la soñada (lo que
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DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia