se queda pronto dormido, como en las noches sin lobos guardando el aprisco. En cambio es el niño quien se despierta y hasta se incorpora de golpe, quizás saliendo de un mal sueño; pero al reconocer al viejo acurrucado se forma en sus labios una sonrisa y, como un gatito satisfecho, cierra los ojos, cambia de postura y vuelve a dormirse. Quedan sueños, sin embargo, flotando en la alcobita, conjurados acaso por lo singular de esa noche partida
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FORMARI.2 - Crear(se) un todo con personas o cosas