me. El verdadero estorbo es la imaginación. Llegaron de París noticias de que Daniela se había volcado íntegramente en sus trabajos y experimentos biológicos. Las consideré buenas. Nunca tuve celos de Rostand ni de Leclerc. Me parece que empecé a mejorar. (El enfermo vive en un continuo vaivén de ilusiones y desilusiones.