las calles, las tiendas, los teatros, los anuncios de colores parpadeantes, encaramados en los edificios más altos. --No será Nueva York --dijo un amigo que siempre despreciaba los hallazgos ajenos. --No, pero casi --murmuraba David. Se esforzaba sin éxito explicando el rumor y el aroma y el ritmo de la gran ciudad. Recién llegado, ya estaba descubriendo la añoranza.