laFijate, Hortensia!, resulta que en el fondo estaba orgullosa, creo yo... ¡Qué ideas más raras!, ¿ verdad ?, no lo comprendo... Luego, cuando volví a entrar y quise convencer al abuelo me replicó, despreciativo, «no entiendes nada, Andrea, no te das cuenta de lo que está ocurriendo en este país», y se metió en su cuarto. Andrea suspira. Hortensia la compadece sinceramente. «¿Cómo van a