le aquí el amigo ha obrado en todo momento guiado por los más altruistas motivos, que no por la lógica más elemental. Romántico por naturaleza, proclive a la literatura e inculto por causas que no hacen al caso, creyó el pobre enfrentarse a una maquinación diabólica, a un apocalíptico complot. Nada más falso. Del estudio somero de los archivos de la orden religiosa he podido colegir que ésta es propietaria legítima de las tierras en que sus conventos se asientan a lo