los en la frente y en las sienes. Las lágrimas desdibujan el reflejo en las pupilas y se vierten por el ángulo externo del ojo. No pestañea, no mueve un músculo de la cara; sólo cuando la inmovilidad anega su padecimiento cierra los ojos y abate la cabeza, quién sabe si conmovido por su desolación. El gesto de sus manos cuando recoge los regueros que corren por su mejillas es un gesto de piedad; en seguida recompone la figura, para evitar diluir
MIR:043.29
CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]