--dijo Genoveva. --Él eligió y perdió, pero, de todos modos, ¿qué más da? ¿Qué hubiera hecho David en ese mundo de investigadores que tanto idealizaba? ¿Acaso no se venden los investigadores? --gritó Julián. Genoveva callaba. David había subido escaleras arriba, camino de su cuarto, incapaz de seguir soportando la escena, o sólo era una desaparición momentánea para volver en seguida a ocupar su puesto junto a la madre y frente a él