no Uzbekistán? Cuando, reunido en tertulia con sus compatriotas de pasodoble y montera, discutía apasionadamente de la cercana y siempre elusiva muerte del dictador, no había advertido aún que en los rincones apartados del local grupos de muy diverso origen debatían en términos quizás idénticos el posible infarto o cáncer pancreático de algún otro Combatiente Supremo, Timonel o Benefactor: ¡por muy increíble que ello parezca a quienes tienen hoy el honor muy dudoso de conocerle, el hombreerizo en el que nos