mundo y adicionando mentalmente los síntomas del absurdo y ya cercano final. El minúsculo planeta en que vive ha sido cebado de explosivos: mientras describe silenciosamente su órbita se ha transformado de forma insidiosa en un polvorín. El increíble azar que creara la vida orgánica en la casi invisible verruga que flota en una asfixiante densidad de galaxias está a punto de abolirse. El microcosmos del Sentier, el microcosmos de su propia vida se prolongan sin saberlo en un estado de angustiosa precariedad: