se a la totalidad de sus antiguos colegas y amigos desde la muerte de su compatriota músico y compositor: no descuelga el teléfono, no responde a recados ni cartas, ha desactivado el timbre de la puerta y, cuando algún visitante obstinado golpea esta última con los nudillos, retiene el aliento, se hace el muerto, escucha con una sonrisa satisfecha el crujido del entarimado y las pisadas que se alejan por el pasillo, camino del ascensor. Si por desgracia da en la
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GOLPEAR.2 - Tocar [alguien] [a la puerta] [con los nudillos] con mayor o menor fuerza o intensidad produciendo ruido para que le abran