, son como hermanos... Sí, porque el del casco sufre. Tiene cara de valiente, pero llena de pena... ¿Quiénes serían, de cuándo?» El viejo se lo pregunta al mármol de hombre a hombre, para admirar mejor tanta recia ternura, tan hondo amor viril, misteriosamente encarnado en la piedra. Interroga de igual a igual porque, si él hubiera cogido un cincel alguna vez, así se hubiera enfrentado con la roca de su montaña. Al rato