selas va a vivir ya tan poco tiempo, ¿ qué mal hay en dejarle? Aunque Andrea no lo comprendería, ¡ cría al niño tan escrupulosamente! Renato suspira. Cuando ella deja su trabajo y va a la cocina, Renato acude a ver al viejo. Se lo encuentra tumbado, siempre con la luz apagada. -Abuelo, vamos a cenar pronto. -Tengo poca gana. Empezad sin mí; ahora iré. -¿Le pasa a usted algo