cuerpecito al torso del viejo buscando los brazos acogedores de cada noche. - ¡ Angel mío, topas como mi Lambrino!... Y ¡ qué valiente eres! Tan pequeñín y trayendome el parte... Pero tendrás frío; hay que guardarse del relente... No te apures, te abrigaré bien. El viejo coge la manta extendida a sus pies y envuelve en ella al niño, que gruñe y agita enérgico sus manecitas rechazandola: -Na, na -protesta.
SON:345.07
GUARDARII.1 - Defender de posibles agresiones o acciones perjudiciales. Proteger o preservar