le Anda, informa a tu amo, el tedesco escondido ahí dentro. ¡ Que salga! ¡ Ni en la Gestapo me haréis confesar nada! Evidentemente, piensa el sargento, es un perturbado. ¿O acaso lo finge, para disimular algo más grave ? Manda encerrar al viejo en una habitación de espera y delibera con su escribiente, porque el comisario ha salido a una diligencia. ¿ Qué hacer ? ¿ Empezar las llamadas rutinarias al manicomio, clínicas y hospitales ?