a saber nada más de él. Me extrañó que hablara de aquella desgracia tan mecánicamente, como si no tuviera nada que ver con su vida. Enseguida añadió de buen humor: "Es curioso, pero en la única fotografía que conservamos de mi padre resulta que no se le ve.", No comprendí sus palabras y, al pedirle que me las explicara, salió de la habitación. Iba a buscarla. Me dijo que, mientras volvía, le esperara