el médico empezaba a decir que ciertas lecturas estaban viciando la imaginación del niño. El abuelo le interrumpió con una blasfemia, ¡no eran los libros sino sus pócimas las que le estaban viciando!, y el doctor, indignado, cogió su sombrero y se marchó sin despedirse, farfullando entre dientes incomprensibles protestas. Desde el pasillo, el abuelo, violento con violencia de príncipes, le gritó que nadie sino él decidía lo que su nieto podía leer. La abuela estaba
TER:054.13
COGER.1 - Asir, agarrar o sujetar [algo] o [a alguien]