si reía. Pero Miguel estaba muy serio ordenando sus billetes del Palé. Germán tiró de los pantalones de Agus hasta quitárselos (¡mira, mira a Agus, qué ridículo está!) y se acercó a la ventana. Le amenazaba entre risas con arrojarlos a la calle, y probablemente lo habría hecho si de improviso Miguel no hubiera saltado de la cama ni le hubiera propinado un certero aunque débil puñetazo en el vientre. Germán retrocedió varios pasos, más por efecto
TER:023.05
AMENAZAR - Anunciar o presagiar algún daño para alguien