«Estoy borracho», reflexionó. Luego preguntó: --¿Dormías? La madre le examinaba, espiaba las ojeras, aspiraba el aliento que él trataba de contener, calibraba la estabilidad de su cuerpo apoyado en la consola. --Yo nunca duermo --dijo. David se entristeció. Todo lo que ocurría entre los dos estaba siempre teñido por la acidez de la madre. «Sólo vivo para ti», solía repetirle. Y David la besaba con el corazón encogido
JOV:157.19
ASPIRARI - Inspirar. Introducir aire en los pulmones