pero luego quedaban los seis meses de las milicias y luego el trabajo, decidirse por una rama de investigación, la más brillante, la que más prometiera... De eso no hablaban nunca los amigos de Julián. Casi todos habían abandonado sus carreras y empleaban su tiempo en aprendizajes enfervorizados de muy poca salida: arte, literatura, política... Los más comprometidos en la lucha seguían en la Facultad. A David le atraían. «Quieren la libertad --le decía a Julián