la memoria carnal del dedo, esa mejilla ha despertado el tacto de una caricia a Dunka. La mano recuerda, y desata una explosión de memorias en el hombre: ¡ Dunka! ¡Aquellos días, aquellas noches!... Dunka durmiendo a su lado; la mejilla de Dunka como ésta... ¿O ha sido al revés: la mano de Dunka en la cara del niño, o en el rostro del viejo?... Sentidos anublados, confusiones del tacto, ambigüedad.
SON:082.09
DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia