la. Todo empezó cuando éste regresó un día de la ciudad a media mañana. Había salido de casa, como siempre, camino del colegio. Pero esta vez se volvió sin haber entrado en él. Como única justificación de su conducta alegó que necesitaba un largo descanso. Recuerdo, Santiago, que te vi de pronto como un cuerpo con el alma ausente. Tus ojos, hundidos en el llanto y el insomnio, ya sólo miraban hacia dentro, hacia aquella pena
SUR:098.03
ALEGAR - Presentar un argumento como prueba, excusa o justificación