. Y ahora, cuando ya de nada te sirve mi comprensión, puedo entrever en aquellos gestos torpes, en la ansiedad con que querías expresarme algo tan intenso que desbordaba la palabra, aquel dolor impensable en el que te estabas ahogando. Una tarde, ya anocheciendo, yo echaba el cerrojo de la cancela cuando oí tu voz llamandome. Venía del jardín y se esforzaba en parecer alegre. Me acerqué a ti desconcertada. Estabas sentado en el viejo banco de madera
SUR:036.03
AHOGAR.2 - Causar o sentir sofoco como si faltara el aire