verás... «No lo veré», pensó David. Por un momento deseó haberse matriculado también en Derecho, como el primo y su amigo. La amenaza del primer día de clase entre desconocidos le angustió, pero en seguida reaccionó: --Os veré el sábado... --Antes --dijo el primo--. Julián no espera al sábado para salir por ahí. Ya te llamaré... Caminó hacia su casa, bulevar abajo, y pensó en el primo y en Julián