el ser niñitos de los curas. Hoy somos libres al fin... Todos le rodearon, curiosos y asentidores, y esperaban la propuesta del amigo. --Esta tarde --les dijo-- nos vamos de putas. Durante unos instantes nadie reaccionó. Luego, alguno retrocedió unos pasos, como queriendo quedar en un segundo plano, lejos del estrecho círculo que se había formado en torno al audaz instigador. Uno dijo: «¿Adónde?» Y otro: «Eso es imposible