sol, el cielo azul, transportaron a Julián a su casa de Ibiza. Con los ojos entornados pensaba: «El sol, el color del cielo, pero no el aire.» El aire seco de la meseta no podía confundirse con el de la isla, humedecido por millares de partículas mediterráneas. «Tampoco el olor.» Un amargo dulzor de almendro, el aroma medicinal de las sabinas, golpearon su olfato en el recuerdo. No, tampoco el olor
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CONFUNDIR - No percibir conceptualmente la diferencia entre dos entidades, perder (o hacer perder) la 'claridad mental'