!, repite tu "no" y ya está: "non-no", "nonno"... ¡ El día que te lo oiga me darás la vida!, ¿oyes? ¡Me darás la vida!» El niño duerme ya un sueño tranquilo. «Pues sí, aún tengo buena sanadura», celebra el viejo, retirando su mano del vientrecito. En ese momento su instinto de partisano le hace notar una presencia. Se vuelve de golpe, felino en
SON:282.10
DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia