lo hacemos ahora? Miré la hora y le recordé la cita que había concertado con el presunto productor italiano. La idea, como cabía esperar, no le hizo ninguna gracia y tuve que prometerle que la acompañaría para que no se rajase. Preguntado que le hube dónde habían quedado, dijo: --En el restaurante chino Dos Gardenias, por la zona de Mitre-Muntaner, ¿lo conoces? --No, pero espero que las raciones sean abundantes, porque estoy que desfallezco