vapor con un ruido de agua que sale a gran presión, Pancho también se relaja, y se tensa como cable al meter los frenos, al comprobar que en la pendiente las cejas responden y frenan también, todas ellas concentradas en retener los furgones. Es bonito oír el ruido del choque de las máquinas al engancharse, ¡le es tan familiar como el cierre de una puerta! Ya fuera de la estación, Pancho abre todo el regulador y le habla a su