--No, no es eso, son muchas las personas. En todo caso, avanza tan despacio que es desesperante. --Ni modo de apresurar el paso, no estamos en la guerra. --No vayas a olvidar recordarle que comiste con él en Túnez --advierte mi mujer y asiento con la cabeza, pero todo lo que había preparado se me borró, no sé qué voy a decirle a la hora de tenerlo en frente y tomarle la mano