la llamita, apenas si se podía ver el techo. --Hermosa casa --dije yo. --Una joya del arte prerrománico --nos informó el portero--. Por desgracia, en muy mal estado de conservación. La piedra se desmigaja con sólo mirarla y las vigas se nos van a caer en la cabeza el día menos pensado. Si gustan hacer un modesto donativo, les mostraré dónde estaban los frescos de la capilla. --Preferiríamos, por el momento, hablar