sin más demora, tomarás otro taxi, te irás al aeropuerto, cogerás el primer avión que salga para Barcelona y procurarás olvidarte de todo lo que has visto y oído. Por supuesto, si hubiera algún accidente, el Ministerio negará saber de tu existencia. En El Prat, a tu regreso, te estará esperando el comisario Flores, que te reintegrará a tu domicilio. No espero, como buen conocedor que soy de la naturaleza humana, que te avengas a cumplir