; los invitados se forman, las mujeres preceden a sus maridos y algunos de ellos ponen su mano conyugal sobre la espalda desnuda; platican entre sí en voz baja, respetuosa. Extrañamente, el patio del Palacio de Minería se ha vaciado para convertirse en una sola fila, larga, estrecha; este gusano que va subiendo por la escalera en riguroso orden, peldaño tras peldaño, ceremoniosamente. Las mesas son novias abandonadas con su ramo redondo de colores, único manchón en