de estar a punto de regresar de la capital. Quería romper de alguna forma la soledad de aquel hombre, una soledad tan inusual en los últimos días. Jano, sintiendo este distanciamiento por parte de Peter, comprendió que algo le sucedía. Y volvió a recordar la atención y el afecto que el pintor le había mostrado los primeros días. Jano tampoco salía mucho de su cuarto en los primeros días que pasó en el balneario; pero cuando lo hacía, tarde o temprano