me lejos de todo. Y de pronto apareció Adriana detrás de mí. Y digo apareció, porque ni escuché sus pasos, ni la vi llegar de ninguna parte, sino que de repente estaba allí, sin más, y me sonreía como si aquella manera de encontrarse fuera la más natural del mundo. Yo, en cambio, di un salto por el susto que me llevé. Creo que si los fantasmas existieran, aparecerían de la misma forma que ella. "
SUR:050.23
SONREÍR.1 - Reír suavemente, con el gesto pero sin emitir sonidos