blanca cama. La tía Veronique no quiso que la metieran en la caja y la velamos en su cama toda una noche y media mañana. Hasta abrimos las cortinas en la madrugada porque a ella le gusta ver el sabino. Ella sonreía, sus hermosas manos cruzadas sobre el camisón bordado y amplio que había sido de su madre; los que entraban a verla hacían el mismo comentario: "Parece que está dormida. ¡Qué tranquilidad! ¡Qué paz!".
DIE:162.35
SONREÍR.1 - Reír suavemente, con el gesto pero sin emitir sonidos