yo me hartaba de esperarla y me plantaba desnudo en aquel cuarto lleno de espejos. Le gritaba: «¡Sal de ahí, mira cómo estoy! » Ella me miraba, me veía a punto y empezaba a reír, señalando con el dedo. ¡ Cómo reía, cuánta vida, cuánta!... Era..., no sé, ¡un matorral ardiendo! Hortensia imagina aquel cuerpo suyo de muchacha, metido en la bañera rodeada de espejos multiplicando la virilidad del tigre
SON:303.36
SEÑALARI.1 - Apuntar hacia [alguien o algo] con la mano o de otro modo, para llamar la atención sobre ello