lustroso. También Peter dirigió su mirada hacia el disco. Sólo entonces debió de recordar su promesa y, al recordarla, todo su rostro en equilibrio se desfiguró ligeramente. Dejó el pincel y la compañía del cuadro para ir a sentarse frente a Jano en otra pequeña butaca. Conteniendo la emoción, con tono grave, le dijo: --Creo que ha llegado la hora de que me vaya. --Todavía no estás en condiciones de viajar, de ir a Grecia
CAR:158.04
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas