todo!... Porque todavía hay más..." Sacudía la cabeza y le tembló su cofia tiesa de almidón. Me pareció oírla tronar como las hojas de otoño; ocres, doradas, enrojecidas, amarillas. Sus nervaduras se habían secado y eran las primeras en romperse. Sonaban como huesitos de pájaro. Crrric... crrrrr... crrrrrrrrri... crrr. También las venas saltonas de la enfermera eran nervaduras de hoja a punto de reventar. --No sabe usted lo que pasa
DIE:145.19
SECAR - Dejar sin agua u otro líquido algo que lo tenía en su superficie o en su interior