estaban esperando para matarlo. Mi hermana volvió a casa mordiendose por dentro para no llorar. Encontró a mi madre en el comedor, con un traje dominical de flores azules que se había puesto por si el obispo pasaba a saludarnos, y estaba cantando el fado del amor invisible mientras arreglaba la mesa. Mi hermana notó que había un puesto más que de costumbre. --Es para Santiago Nasar --le dijo mi madre--. Me dijeron que lo habías invitado
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SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida