te que ahora era Bene quien programaba y guiaba nuestras salidas. Y, según parecía, sólo le interesaba un lugar: los eucaliptos. Nuestras excursiones en nada se asemejaban ya a aquellas otras, luminosas y alegres, en las que nos entregábamos a inocentes ocupaciones. Con Bene todo se había hecho diferente. Santiago, por su parte, dirigía su propio juego, en solitario, ajeno a la indiferencia con que la muchacha respondía a sus gestos y palabras de admiración, a
SUR:083.21
ENTREGAR.2a - (Fig.) Dejar(se) dominar [por un determiando estado o sentimiento]