Así lo afirman los investigadores suecos Mats Berg y Bengt Arnetz, del Instituto de Medicina Sicosocial, dependiente del Instituto Karolinska, tras un estudio iniciado a mediados de los años ochenta. Lo que los investigadores llaman "estrés tecnológico", produce altas concentraciones de las hormonas tiroxina y prolactina en el organismo, y es el motivo de las molestias cutáneas que sufre una parte de las personas que trabajan con ordenadores en Suecia. Según los trabajos que publicó ayer el diario conservador Svenska Dagbladet