yo estoy diciendo, que la modernidad empezó por España". Desde esa certeza, añade que el discurso de España es europeo, "no tiene nada que ver con América latina, que es usada para ese discurso europeo". Afirma que se ve claramente, porque ante Estados Unidos y Europa, España se pone al lado de los sudamericanos para decir que son 500 millones de hablantes españoles, pero la verdad es que son 500 millones que valen poco frente al dominio anglosajón