que algo cargan la mano en el cine, pero tampoco se puede hacer mucho más cuando los recursos de un Ayuntamiento son limitados y las demás administraciones les tienden la mano del dinero con reticencias, con miedo a que el Ayuntamiento se apunte otro éxito. Así de dividido está el país del Pelegrín. Además, se han esforzado en traer un cine de primera fila, exquisito, de actualidad. Y eso es sagrado, alimento de los dioses para quienes no disfrutan del escaparate