los señores? ¡Algún pecadillo venial, quizá! PREGONERO.- (Continuando la lectura.) Hay que encontrar al más culpable, al más criminal de todos nosotros y castigarle. Quizá así se calme la cólera divina y aleje de nosotros esta maldita peste que está convirtiendo nuestra patria en un gran cementerio. Castigos como el que queremos dar, se han dado muchos a través de la historia. Pues bien, ciudadanos, imitemos a nuestros antepasados y castiguemos al más